Editorial
Formas de Vida en Hielo Meteórico. Hace una década el investigador Duane P Snayder recuperó una muestra de hielo meteórico, en la que al examinarla, encontró formas bacterianas desconocidas. Ha demostrado con ello, una vez más considerando las múltiples pruebas que se han obtenido de una cincuentena de meteoritos y las pruebas experimentales de Gilbert Levyn con el Viking-1 en Marte, desde 1976, que la vida también existe fuera de la Tierra.
[Fuente: http://yohanandiaz.blogspot.com]
Sin duda, “algo” está ocurriendo: 1) o hay una especie de frenesí de hechos e información, toda muy ad hoc con la mística del 2012; o, 2) que nos estamos informado a tal punto, que ese frenesí sólo está en nuestra cabeza; y, sin duda, “algo”, alguna de las dos cosas, debe estar ocurriendo.
Es mucho lo que habría que decir aquí, y tanto, que todo se ha atorado sin atinar por donde darle salida. El caso es que, tratando de ponernos en orden, lo primero es comentar que, al parecer, lo previsto por Fulham en diciembre acerca de la presencia de ovnis sobre Moscú, no se cumplió, o por lo menos a la fecha no ha circulado información; pero en realidad, ésta debió haber tenido un carácter especial, y no la naturaleza del avistamiento común. Queda esperar ahora algo sobre Londres.
Entre tanto, lo verdaderamente relevante se comenta en el Blog de yohanandiaz.blogspot.com: hace 10 años, el investigador Duane P. Snyder (con una enorme modestia), recogió una muestra meteórica de hielo caída en South Haven, Michigan; con evidentes conocimientos como geólogo, por toda la década ha solicitado el análisis de la misma por los laboratorios institucionales (y léase aquí claramente “ciencia institucional”) que cuentan con la tecnología propia para ello, sin éxito; recientemente invitó a una Conferencia de Prensa, a la que sólo asistió el mexicano investigador periodista Jaime Maussan. El caso es que, en dicha muestra, Duane P. Snayder, encontró formas bacterianas extremófilas de vida.
El caso es que ahí se critica en general a la ciencia, por un menosprecio a los hallazgos de Duane, y lo que tenemos que decir al respecto, es que: 1) esa justificada crítica, sólo debe dirigirse en particular a la “ciencia institucional”; 2) que la investigación científica, y con suficiencia, la está haciendo el propio Duane; 3) que para demostrar la veracidad de sus descubrimientos, no necesita de la “validación” de la “ciencia institucional” (aspecto que sólo ha surgido por defecto en el campo de la investigación científica), sino exclusivamente de la objetividad de sus pruebas en conexión con la argumentación teórica demostrativa (si a la “ciencia institucional” le “rechinan los dientes”, que refute en los mismos términos lo aportado por este estudioso del problema); y 4) hasta donde está la presentación de pruebas y argumentación demostrativa científica (¡porque él está haciendo ciencia, la ciencia no es propiedad de los institucionales!): a) no debe adoptarse una actitud pasiva esperando a que “algún día” la “ciencia institucional” (por ahora afanosa buscando lo mismo en la Antártica), reconozca; y, en consecuencia, b) debe hacerse, con la seguridad que lo expone, la tajante afirmación categórica de lo descubierto: ¡de lo que está hecho aquí, está hecho allá; la aparición natural de la vida aquí, es posible también allá; y en consecuencia, hay vida en otras partes del Universo!
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