Identificados: Nº17 Pegotes Virtuales, Refracción de la Luz, o Realidad Objetiva.

Editorial

Pegotes Virtuales, Refracción de la Luz, Realidad Objetiva. Dada la tecnología cibernética actual, no sería difícil poner esos objetos como pegotes en el espacio; un ejemplo de ello, son las marcas de “oportunidad en turno y avance por alcanzar” (marca verde oscura en la parte inferior con unas puntas de flecha al margen en el extremo derecho), o como de la “línea de choque” (una borrosa marca azul, defectuosa al tomarse directamente del monitor de televisión, que pasa sobre la "N" del logotipo "NFL", mismo que sí está pintado sobre el terreno). O pudiera ser la muy evidente ilusión óptica dada por la refracción de la luz que se ve en unos casos, aun cuando desconcertante en otros; por lo que, finalmente, bien pudieran ser una realidad objetiva altamente perturbadora.

[Fuente: “Identificados”, Revista de Exopolítica; http://identidadexopoitica.blogspot.com/]

Hasta el momento sólo se nos han ocurrido tres posibilidades explicativas acerca de los “Centinelas Estelares α”: 1) Pegotes Virtuales, 2) Refracción de la Luz, 3) Realidad Objetiva. El primer caso responde a esa unidad “conspiranóico-ovnilátrica” que estaría preparando un terreno; el segundo caso responde a la explicación científica de un fenómeno físico; y el tercer caso respondería a una realidad objetiva, ciertamente extraña, de difícil comprensión, pero dentro de lo posible.

Si bien se ve, ello corresponde, a su vez, justo, a esas tres corrientes interpretativas del fenómeno “ovni-exopolítico”: la fideísta del contacto y encuentro con los extraterrestres (por lo demás, bondadosos); la nihilista de los escépticos en esa posición absolutista y exclusivista de la ciencia; y la que, no precisamente ecléctica, ya que no toma de una y otra, lo que por demás sería imposible dado que son posiciones enteramente contradictorias; sino que, en una posición en el método científico de la modernidad, y que por lo tanto avanza a la luz del conocimiento verdadero antecedente hacia la certidumbre del conocimiento nuevo, no niega los posibles hechos (por más fantásticamente “ovnilátricos” o “conspiranóicos” que parezcan ser), sino los considera justo (no en una duda sistemática, sino metódica), hasta ahí donde sean verdaderos correspondiendo a la realidad objetiva.

De ahí que, no se extrañe el lector, vayamos sopesando un ángulo u otro de la interpretación del problema. Y así, lo que en un principio parecía una realidad inobjetable: la presencia física en la vecindad de la Tierra de una inteligencia extraterretre en los objetos de la Constelación de Octante, indagando un poco más, ahora sabemos que no parece ser que haya tal proximidad, si bien eso hace de tales objetos algo aún más enormes; y a pesar de su posibilidad natural, no obstante, subsista la duda en cuanto a por lo menos tres objetos, claramente poliédricos.