Editorial
“Poniéndose en la Mira”. El OVNI (en tanto no reconocimos qué era), no obstante, al colocarse justo en la dirección de la visual del telescopio, aun cuando el hecho no lo reconocimos sino posteriormente, estaba evidenciando, más allá de su desplazamiento y el juego de luces, un contacto directo y una comunicación inteligente; fuese ésta del establishment, o de otra civilización no-humana.
[Fuente: “Identificados”, Revista de Exopolítica; http://identificados.over-blog.com/]
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La investigación ovnilógica ya sistemática por nuestra parte, se inició tras haber reflexionado en el hecho de que el objeto luminoso de Meztitla, luego de su desplazamiento, se colocó directo en la visual del telescopio evidenciando una comunicación, misma que se acrecentaba en su desconcierto, cuando parecía ratificar que no era un caso de aparición fortuita, cuando su avistamiento concordaba justo, en una primera vez, con la 01:00 h, y luego en una segunda ocasión, precisamente a las 04:00 h, conforme a lo “predicho”.
Pero la complejidad del caso aumenta, a su vez, cuando se reflexiona en que “lo predicho”, ocurrió en un salón de clases una semana antes, y no como un acto precognitivo, una videncia o un hecho de “contactismo” (este último, por lo menos, del que estuviéramos conscientes), sino como un “truco” para propiciar una convivencia. De lo que se deduce, entonces, el que en esta comunicación unidireccional, por lo menos, somos, de algún modo, escuchados (y esto último, dos años después, se volverá a dar en otra experiencia interesante).
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