Vida Inteligente en el Universo

Vida Inteligente en el Universo
[Imagen de la portada del libro: Vida en Otros Mundos, de David Ribes,
de la Colección "Temas Ocultos", bajo la Dirección de  Fernando Jiménez de Oso;
Madrid, 1995.  Diseño: "VK diseño gráfico, s.l".
Imagen utilizada por nosotros temporalmente]

El campo de estudio de la Exopolítica, tiene, en principio, dos vertientes: 1) la esencial consideración de la posibilidad de vida inteligente en el Universo, por lo cual el ser humano no es una casualidad, ni una excepción producto de la creación divina en un lugar especial; y, 2) la Ovnilogía, la consideración de la prueba en función de la evidencia empírica objetiva de la presencia de esa inteligencia extrahumana.

En esta página editorial relativa al campo esencial acerca de la posibilidad de la vida inteligente en el Universo, debemos explicar que este aspecto, a su vez, para su tratamiento, se divide en dos tipos de conocimientos más, sin los cuales no es posible adentrarnos en él: a) los conocimientos acerca de la Cosmografía y Cosmología, que no es otra cosa que comprender la estructura física del Universo en donde pretendemos entender la presencia de esa vida inteligente; y, b) los conocimientos acerca de la Exobiología (o Astrobiología), es decir, los avances en el conocimiento, en principio, de la existencia de vida en general en ese Universo.

Al iniciar la segunda década del siglo XXI, los conocimientos en ambos campos de conocimientos están bastante avanzados en sus propósitos, y, en función de ello, nos dan una base sólida para poder tratar con más rigor y fundamentos las consideraciones de esa posibilidad de vida, incluso, inteligente.

La posibilidad real de ella existe; la humanidad intuitivamente así lo ha considerado desde siempre (el pensamiento religioso, de suyo, se postula así, por supuesto, en cuanto a que esa inteligencia es de naturaleza divina); y ese principio      de considerar tan sólo la posibilidad, obliga a derivar sobre su naturaleza, y sobre su consecuencias o implicaciones.  Cómo podrían ser esas otras civilizaciones inteligentes, no por cuanto su anatomía, sino en cuanto a cuáles serían sus consideraciones morales (es decir, su conducta consciente en su relación tanto entre ellos como para con los demás); cómo operará su lógica; los avances de su ciencia y de su tecnología.  Pero ello, a su vez, nos impone el colocar sobre la mesa la discusión de nuestra posible comunicación y encuentro, en cada una de las variables posibles, de manera que se preserve la naturaleza humana.

En nuestra opinión, no se tratará de negociar nuestra esclavitud como especie en caso de un encuentro con una civilización de mayor desarrollo, como tampoco de lo inverso.  Pero qué tanto seremos la alteridad los unos de los otros, o qué tanto los mutuos aliens exóticos e inintelegibles.  O más complejo aún, qué tanto todo ello verificará o no el pensamiento metafísico, ese mundo esotérico en el pensamiento religioso.  Y más aún, como humanidad enfrentamos el gran problema de nuestra conciencia en sí y para sí como tal; esto es, enfrentamos el problema no sólo de nuestra unidad, sino de nuestra identidad y propósito como especie; y ante ello, el problema subsecuente de que, en la situación de ese encuentro, quién ha de hablar por la humanidad; o dicho de otra manera, qué intereses reales son los que estarán presentes en ello; a quién y para qué servirá ese encuentro con todas sus posibilidades científico-técnicas, evidentemente, con todas sus implicaciones y consecuencias.

Es de todo ello que habrá de tratarse en esta temática en esta nueva ciencia denominada Exopolítica.