Breve Crónica para la Historia de un Fenómeno Extraño. Artículo (2/2)

Breve Crónica para la Historia de un Fenómeno Extraño.  Artículo (2/2)

Dr. Luis Ignacio Hernández Iriberri.

"Identificados", Revista de Exopolítica.

http://identidadexopolitica.blogspot.com/,

La Tierra; ≂19ºᵩN, 99ºλW; 28 oct 10.

Geminis 4, del 3 de junio de 1964, teniendo al mando a James McDivitt, quien reporta y fotografía varios objetos, entre ellos uno cilíndrico con unas salientes, y otro ovoide.  Se considera el caso más famoso entre los astronautas norteamericanos.

Fawcett: a) otro satélite; b) el propio propulsor.

Nuestra consideración: como en el caso de la Voskhod 1 soviética, ¿qué no se podía haber determinado con toda exactitud si era o no un satélite artificial e incluso los datos del mismo, su función y origen soviético o norteamericano?; y ¿el propio propulsor en órbita?

Voskhod 2, del 12 de octubre de 1965 (primer vuelo en el que se realiza una “caminata espacial).  Los tres cosmonautas aseguraron haberse visto rodeados por unos objetos en forma de discos.  El caso más famoso entre los cosmonautas soviéticos.

Fawcett: invención.

Nuestra consideración: caso más inexplicado.

Géminis 11, del 12 de septiembre de 1966 (penúltimo de los vuelos del proyecto Géminis que en total fueron 12; siguió al proyecto Mercury, y en él se llevaron a cabo los acoplamientos de naves y las caminatas espaciales norteamericanas).  Los astronautas Richard Gordon y Charles Conrad reportaron dos OVNI, uno de ellos inicialmente identificado por la NORAD como el satélite ruso Protón-3, lo cual resultó inexacto; y otro OVNI amarillo-naranja, a una distancia estimada de unos 10 km, un “objeto sólido parecido a un satélite…, no apropiado para maniobras”, al cual, al tratar de tomarle una fotografía, se movió “hacia abajo” saliendo de su campo visual.

Fawcett: No hay explicación.

Nuestra consideración: a) Desde luego, es posible identificar si el objeto reportado es o no un satélite artificial, y creyéndose ser el Protón-3, resultó que no; luego, fue un OVNI (un objeto volador no identificado); b) el objeto amarillo-naranja, “parecido a un satélite”, y no propiamente ninguno de ellos, pues el que se supuso no fue, “no apropiado para maniobras”, expresión lógica al observarse el movimiento que lo hizo salir del campo visual, reporta una condición particularmente especial: “al tratar de tomarle una fotografía, se movió…”; esta última consideración pudiera tomarse como algo fortuito, y tendrán que repetirse muchos casos más (uno particularmente especial en nuestro caso personal), antes de que se comprenda que en el acto hay una relación de causa-efecto.

Apolo 8, del 21 de diciembre de 1968 (el Programa Apolo, que siguió al Geminis, tuvo por misión alcanzar la Luna; el vuelo Apolo 8, fue el primer viaje a la Luna, exclusivamente orbital o sin alunizaje).  Los astronautas Frnak Borman y James Lovell, reportaron haber visto un OVNI a unos 15 km.

Fawcett: Hay poco cuidado en el reporte, posiblemente ficticio.

Nuestra consideración: Un caso más.

Apolo 11, del 20 de julio de 1969 (primer alunizaje; misión histórica).  Fotografiado el Módulo Orbital desde el Módulo de Alunizaje, en el fondo de un cráter se observa un gran disco blanco.

Fawcett: sin comentario.

Nuestra consideración: evidencia empírica objetiva.

Apolo 12, del 14 de noviembre de 1969 (la doceava de diecisiete misiones, realizó el segundo alunizaje).  Los astronautas Peter Conrad, Alan Bean, y Dick Gordon, reportaron que un OVNI los había acompañado hasta poco más de 200,000 km de trayecto a la Luna (de una distancia total de 384,000 km), es decir, que los acompañó hasta poco más allá de la mitad del camino; teniéndolo siempre por delante en esa trayectoria.

Fawcett: No nunca se dijo eso, fue una broma, pues los astronautas se referían a un pedazo de su propio propulsor frente a ellos.

Nuestra consideración: a) ¿un propulsor fragmentado?; b) ¿un fragmento del propulsor que adelanta a la cápsula tripulada?; c) ¿un fragmento de propulsor que decide llegar sólo a la mitad del camino?

Dicho todo ello no más allá de mediados de los años setenta (la Misión Apolo 17, entre el 7 y 19 de diciembre de 1972, fue el último viaje a la Luna), no podía quedar sino en la indefinición.  Pero comparados esos informes con las trasmisiones videograbadas de las misiones STS de la Estación Espacial Internacional, de los años dos mil, no queda más qué decir, que George D. Fawcett, mentía, desinformaba.  Todo lo reportado por los astronautas y cosmonautas, y mucho más, ha estado ya a la vista de todo el mundo; y el fenómeno –del cual no hay ya más duda de su existencia– ha resultado ser más extraño aún.