Y en el Nacer del Siglo XXI, Nos Disponemos a Comenzar de Nuevo…

Y en el Nacer del Siglo XXI, Nos Disponemos a Comenzar de Nuevo…

Sólo que esta vez, podemos ver lo positivo y negativo en la doble faz de la misma cosa: el problema no está en la ciencia y la tecnología, sino en la mercancía que de ellas se hace; sino en quién las administra, en quién las controla, al servicio de quién está, a qué intereses responde, a quién y para qué sirve; el asunto no está en rechazar los avances de la ciencia y la tecnología, sino recuperarlas para la sociedad, desenajenarlas de las manos oscurantistas.

Y si en la próxima década la sociedad mundial no logra tal hecho, no sin fundadas razones, podremos afirmar que la posibilidad de la continuidad de la especie humana se habrá perdido, ya no por su incapacidad para poner fin al deterioro de la naturaleza, lo cual esa nueva ciencia y tecnología va ahora en camino a resolver; sino simplemente porque esa tecnología misma, fuera de sus manos, acabará por despojar al ser humano mismo de su propia naturaleza y condición prometéica: la de ser Dios en la conciencia de la necesidad, la de emanciparse en un proceso eterno en una infinita lucha por la libertad.  Entonces, la sociedad humana habrá perdido sentido y razón de ser; lo que quede, sólo serán sus despojos.